El final de los buenos vs. los malos

La cita bíblica que vamos a comentar hoy la podemos encontrar en Salmos 37, 8-11.
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La máquina del tiempo

“La máquina del tiempo” Cita de la Biblia llevada al día de hoy

Bienvenidos a “la máquina del tiempo”. En esta sección de “Iluminando lo escondido” desenterramos los tesoros de la Palabra de Dios escondidos en la Biblia. La Palabra de Dios es eterna, por lo tanto, se puede aplicar a cualquier época y circunstancia de la vida y de la historia. Por ello, vamos a rescatar algunos pasajes y comentarlos a la luz de estos tiempos: los Últimos Tiempos.

La cita bíblica que vamos a comentar hoy, la podemos encontrar en Salmos 37, 8-11 y dice así: 

“Deja el enojo, abandona el furor; no te irrites, porque eso empeora las cosas. Pues los malvados serán arrojados del país, pero los que confían en el Señor tomarán posesión de él.

Dentro de poco no habrá malvados; por más que los busques no volverás a encontrarlos. Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de completa paz.”

Estas palabras evocan al momento en que Jesucristo vendrá en Su Segunda Venida, para destruir el mal y al Maligno, junto con todos sus seguidores y nos exhortan a tener paciencia y humildad en estos tiempos en los que el mal parece vencer, pero en los que al final, en el momento justo, Cristo reinará, y junto a Él aquellos que confiaron en Él, en el cielo nuevo y la tierra nueva de Apocalipsis. Es un canto lleno de esperanza, de alegría, que nos recuerda a las palabras de Jesucristo en el Evangelio de San Lucas 21, 28: “Cuando empiecen a suceder estas cosas, animaos y levantad la cabeza, porque muy pronto seréis libertados”. ¿Quiénes son los malvados de los que habla la Palabra de Dios? podemos encontrar varias pistas en estas líneas: la primera frase dice: “deja el enojo, abandona el furor; no te irrites, porque eso empeora las cosas”. El enfado viene del maligno y es una señal de soberbia. Es muy difícil no enfadarse ante ciertas circunstancias, sin embargo, Dios controla todos los aspectos de la vida y si Dios permite ciertas cosas, es para nuestra santificación y conversión de los pecadores. Como se dice más adelante en estos versículos, “los que confían en el Señor tomarán posesión de Él”, por lo tanto, los malvados son aquellos que no confían y Le echan la culpa del mal. Tenemos que esforzarnos en confiar plenamente en el Señor, pase lo que pase, aunque el mundo se nos venga encima, porque Jesucristo está con nosotros y si le dejamos, no sólo nos ayudará, sino que Él mismo llevará la mayor parte de nuestros sufrimientos. La última frase que os traemos dice” los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de completa paz”, frase que lleva nuestra mente al Discurso de la Montaña, más concretamente al discurso de la Bienaventuranzas.

Mi reflexión de este programa es la siguiente: cumplamos los Mandamientos, creamos en la Palabra de Dios y apliquémosla, imitemos a Cristo en todo, siguiendo el Evangelio, para poder disfrutar de Dios en el Cielo y, si Él lo quiere, de la nueva tierra purificada que Jesucristo dará a los que aman al Señor hasta el final.

Lo pedimos a Dios por medio de Nuestro Señor Jesucristo, la Santísima Virgen María y el Gloriosísimo San José. Amén